Cuando se habla de problemas psicológicos se suele pensar que son necesarias intervenciones psicoterapéuticas a largo plazo, la mayoría de las veces imaginadas como un largo y fatigoso viaje hacia el propio pasado en busca de la causa del problema.

En el ámbito de las terapias de Aceptación y Compromiso, Psicoterapia Estratégica y la Terapia Centrada en la Solución, en cambio, la intervención es relativamente breve, focalizada, orientada al manejo de los síntomas y hacia la reestructuración de la percepción que la persona tiene de sí misma, de los otros y del resto del mundo. El objetivo principal es demostrar de forma sencilla, a veces mediante pequeñas estrategias o juegos y otras mediante una reconstrucción de la situación un modo eficaz y sólido de resolver con relativa rapidez los problemas y trastornos que pueden convertirse en invasivos e invalidantes para el paciente que los sufre y a veces también para quienes que lo rodean.

Un punto de partida muchas veces consiste en conocer lo propios límites y desde ahí, con un formato focalizado en la solución del problema o en conseguir los objetivos (más que en explorar el pasado biográfico del paciente) se trabaja la capacidad de transformación desde el presente y en la planificación de un futuro óptimo . En general se plantea una terapia con un número reducido de sesiones. Las primeras dos sesiones se consideran de evaluación y preintervención A partir de aquí se valora el número de sesiones estimado de tratamiento y se pacta un precio por sesión que normalmente será inferior al de la primera sesión. Una vez finalizado el tratamiento se podrá considerar conveniente realizar un seguimiento.